(275 palabras) Probablemente solo los perezosos no escribieron sobre el amor, sus propiedades milagrosas, su poder, su influencia en el alma humana. Ella puede marcar la diferencia en nuestras vidas. No tiene sentido volver a describir todo el encanto de este sentimiento. Pero vale la pena mencionar la capacidad mágica del amor para unir a las personas, que se describe en la novela "Quiet Don".
La parte impresionante de la acción de la novela de M. Sholokhov tiene lugar durante la mayor desunión de la sociedad rusa. La revolución y la guerra civil crearon un abismo insuperable entre las personas más cercanas. En diferentes lados del frente hay amigos, hermanos, amantes. El horror sangriento se apodera de los cosacos, les hace olvidar todo, excepto el odio a los enemigos ideológicos, la crueldad y la ira. En este infierno, solo el amor es una poderosa fuerza de consolidación. Ella les recuerda por lo que vale la pena vivir, luchar. Después de la guerra, la devastación y el odio, el amor permanece, lo que da fuerzas para construir una vida nueva, brillante y tranquila.
Por ejemplo, en la novela se presta mucha atención a la línea de amor de Gregory y Aksigny. Pero, en mi opinión, la relación entre Dunyasha Melikhova y Mishka Kosheva es mucho más importante y simbólica. Son el símbolo de superar el odio y la enemistad a través del amor. La escena se ve muy fuerte cuando Mishka llega a casarse con la menor Melikhova, ella sabe que él es culpable de la muerte de su hermano, pero el amor es más fuerte que un sentimiento de venganza. Su feliz unión también ayuda a sobrevivir a la muerte del hijo de Ilyinichna, quien se resigna a la elección de su hija y supera su hostilidad para crear una nueva familia.
Por supuesto, el papel del amor en una novela no se limita únicamente a la unificación de las personas. Gracias a este sentimiento, los héroes se vuelven más humanos, más amables, obtienen fuerza, encuentran el significado para vivir y luchar. Pero teniendo en cuenta el contexto histórico de la obra y el simbolismo de muchas historias, quiero detener mi atención precisamente en la unión de las partes beligerantes. Después de todo, el verdadero objetivo de la revolución y la guerra civil no es la destrucción, sino la creación de un mundo nuevo. Y esta creación es imposible sin unidad y amor.