Una vez, Sarah, que se ganaba la vida con la taquigrafía, cenó en el restaurante de Schulenberg. Al ver que el menú estaba escrito a mano de manera muy ilegible, lo reimprimió en una máquina de escribir y se lo entregó al propietario. Para esto, firmó un contrato con ella: Sarah le imprimirá un menú y él le dará de comer en sus cenas.
Sarah recibió cenas durante todo el invierno, pero llegó la primavera. Sarah sufrió porque no había recibido cartas de su amante Walter durante dos semanas, y en la primavera se iban a casar. Sarah estalló en llanto, imprimiendo una lista de precios.
Una tarde sonó el timbre y Walter apareció en la puerta. Llegó a Nueva York hace una semana, fue con Sarah, pero resultó que ella se había mudado, y aún no había recibido una carta con una nueva dirección. Durante una semana entera buscó a su amado, fue a la policía y hoy fue a comer al restaurante de Schulenberg, donde le sirvieron un menú en el que en lugar de "Dientes de león con jugo de limón" estaba escrito: "Lindo Walter con jugo de limón". Y una "M" mayúscula curvada es solo para la máquina de escribir de Sarina.